El sábado 14 de diciembre, socios de ASOFAR, acompañados por Suboficiales de la UNCIM, efectuaron una visita a los Camaradas ex servidores de la Armada, prisioneros en el penal de Colina I.
Esta visita tuvo un ingrediente emocional muy particular, ya que hacía nueve meses no teníamos contacto personal con los Camaradas de este penal, debido a que la última visita programada y autorizada en su oportunidad para el 5 de junio de 2024, fue repentinamente suspendida por el alcaide de la época, quien además suspendió en general las visitas institucionales que realizan organizaciones como la nuestra o la Multigremial FACIR. Lo que afortunadamente fue revertido por el alcaide a cargo del penal en la actualidad.
En Colina I, están cumpliendo prisión 11 ex servidores navales:
01 Teniente 2° RN
03 Suboficiales Mayores
03 Suboficiales
02 Cabos 1°
01 Marinero 1°
01 Empleado civil
Como de costumbre se llevaron los alimentos para compartir un desayuno con nuestros Camaradas: sándwiches, queques, galletas, te, café y jugo. La reunión se desarrolló en un magnífico ambiente de camaradería, con gran alegría y donde se tuvo la oportunidad de conocer de primera fuente la situación actual del penal.
Este penal es el que presenta el mayor hacinamiento, comparativamente con las otras dos cárceles en donde están prisioneros los militares condenados por causas de DD.HH. (Punta Peuco y San Joaquín). Aquí se presenta casi un 100% de hacinamiento, al punto que, de los seis pabellones, en tres de ellos, se están ocupando los comedores como dormitorio, por lo que esos Camaradas deben comer en donde les es posible, en oportunidades sentados en las mismas camas.
No obstante lo anterior y como es común en los tres penales, nuestros Camaradas se han esmerado por mantener el lugar de reclusión impecable, en buen estado, limpio y con arreglos que ellos han realizado, como por ejemplo, cada pabellón tiene un pequeños patio, que lo han convertido en hermoso jardín, un lugar donde reciben a las visitas y que está equipado con mesas y toldos.
Es impresionante observar la estoicidad con que enfrentan la tragedia que están viviendo, que sólo es afectada por los problemas, en particular de salud que afectan a sus familias, como es el caso de los fallecimientos de seres queridos cercanos que han sucedido en otros penales. Como dijo recientemente un columnista “esos veteranos del pasado: ¡fuerza y coraje… de rodillas, sólo ante Dios!”