Frente a la declaración del presidente Boric, relacionada con la apertura de la cárcel de exterminio Punta Peuco a reos comunes, nuestra asociación considera un sano deber ciudadano manifestar lo siguiente:
1.- Punta Peuco es un lugar en el que han muerto decenas de personas a causas de una falta de atención médica oportuna, lo que debería avergonzar a toda la cadena política responsable y a los órganos encargados de la justicia en Chile, además de asumir la propia responsabilidad que les compete. Quienes han muerto fueron hombres de avanzada edad, con enfermedades crónicas y sin ninguna capacidad ni recursos para enfrentar el poder del Estado, cuyo único propósito ha sido una seudo justicia.
2.- La ejecución de una orden presidencial de esa naturaleza será fuertemente cuestionada en los tribunales de justicia porque no se ajusta a derecho, vulnera principios de justicia y vendría a sumarse al incumplimiento de una larga lista de normas legales y constitucionales existentes en nuestro país. Lo que hoy interpelamos es algo más profundo que la condena: se trata de la vulnerabilidad concreta de quienes, en el ocaso de su vida, ya desposeídos de su dignidad, enfrentan el tiempo no con miedo al castigo, sino con temor a ser olvidados como personas.
3.- No hay justicia ni hay derecho donde la dignidad humana se somete a condiciones ideológicas. La prisión no puede extenderse más allá de sus muros para imponerse sobre la enfermedad, la vejez o al simple transcurrir del tiempo. Cuando frente a nosotros hay ancianos, algunos quebrantados por enfermedades terminales, otros que ni saben por qué ni donde están, el deber no es endurecer el juicio, sino ensanchar el corazón.
4.- Nuestra asociación mantendrá encendida la luz de la esperanza para nuestros camaradas de armas injustamente privados de libertad, otorgando apoyo, contención y compañía porque no los abandonaremos nunca.
𝗣𝗥𝗘𝗦𝗜𝗗𝗘𝗡𝗧𝗘 𝗬 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗦𝗢𝗖𝗜𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡 𝗗𝗘 𝗢𝗙𝗜𝗖𝗜𝗔𝗟𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗥𝗠𝗔𝗗𝗔 𝗘𝗡 𝗥𝗘𝗧𝗜𝗥𝗢
